Coches eléctricos e híbridos: Prevención de los nuevos riesgos laborales

Coches eléctricos e híbridos: Prevención de los nuevos riesgos laborales

Es evidente que el uso de este tipo de vehículos es un avance importante para cuidar el medioambiente, pero como en cualquier actividad laboral, es imprescindible llevar a cabo una eficaz prevención de riesgos en todos los ámbitos laborales relacionados con la construcción y mantenimiento de los mismos.

La tendencia en el mercado de la automoción es la compra y la conducción cada vez más frecuente de los coches híbridos y eléctricos, especialmente en el entorno urbano. Esto trae como consecuencias importantes mejoras en el consumo y en aspectos medioambientales respecto de los vehículos tradicionales de motor térmico y de explosión.Sin embargo, esta nueva tecnología no está exenta de riesgos, y generan nuevos riesgos laborales que se tienen que enfrentar los trabajadores del sector, especialmente los mecánicos de automóvil. Estos requieren que adquieran nuevos conocimientos, técnicas y materiales para el control de los mismos, fundamentalmente los relacionados con los riesgos de origen eléctrico.

Los vehículos eléctricos e híbridos disponen, aparte del circuito tradicional de servicio que también disponen los vehículos tradicionales, esto es, un circuito alimentado mediante una batería de 12 V (también se le denomina en automoción circuito de baja tensión) con una potencia de almacenamiento relativamente baja, de un nuevo circuito añadido, independiente al anterior, que se conecta a una batería de tracción que está destinada a mover el vehículo. Este último circuito (denominado en automoción como circuito de alta tensión) disponen de tensiones mucho más elevadas (más de 200 V en corriente continua y 660 V en corriente alterna trifásica, dependiendo de las marcas) que son muchos más peligrosos de los circuitos tradicionales de 12 V. Además, en ocasiones, deben emplear la red eléctrica fija para la recarga de las nuevas baterías.

Los circuitos de alta tensión, se distingue de los de baja tensión en que los de alta tensión son de color naranja, mientras que los de baja tensión o los tradicionales, tienen colores rojo para el positivo y negro para el negativo.

En general, los accidentes eléctricos motivados por la electricidad vienen originados por dos causas fundamentalmente:

  • 1.- Por estar el cuerpo humano sometidos a diferencias de potencial peligrosas (también llamada tensión), que empiezan a ser peligrosas cuando las tensiones expuestas al organismo superan los 24 V (llamada también como tensión de seguridad).
  • 2.- Por generar arcos eléctrico accidentales, que son el metal volatilizado de los contactos, que pueden ser muy peligrosos porque pueden llegar a temperaturas muy elevadas (de 4000º a 8000ºC), dando lugar a quemaduras graves. La cantidad de arco eléctrico está directamente relacionado con la potencia eléctrica de la instalación.

Pues bien, los llamados circuitos de Alta Tensión que los nuevos vehículos eléctricos e híbridos incorporan, son fuentes precisamente de estos dos riesgos, ya que tienen tensiones peligrosas (superiores a 24V) y almacenan grandes potencias precisamente para mover los vehículos. Las técnicas tradicionales de prevención de riesgo eléctrico que se utilizaban para los vehículos tradicionales no son suficientes para proteger a los trabajadores frente a estos nuevos riesgos laborales.

Además, se deben cumplir las normas mucho más rigurosas en Prevención de Riesgos Laborales, que son más frecuentes en otros sectores como los de los instaladores eléctricos, ya que están acostumbrados a tensiones y potencias eléctricas muy altas.

En concreto, se debe cumplir el RD 614/2001 sobre protección de los trabajadores frente al riesgo eléctrico, que entre otras cosas, exigen fundamentalmente dos cosas:

  • Personal especializado para estos trabajos (trabajadores autorizados y cualificados).
  • Procedimientos especializados de trabajo eléctrico.

Esto requiere que los trabajadores que manipulen estos vehículos sean conscientes de los nuevos riesgos que pueden estar sometidos, dispongan de formación especializada en la Prevención del Riesgo Eléctrico y establezcan procedimientos, dispongan de herramientas y equipos de protección individual nuevos para protegerse de estos nuevos riesgos laborales. Como siempre, recae sobre el empresario la adopción de estas nuevas técnica para garantizar la seguridad de sus trabajadores con estas nuevas clases de vehículos que se imponen en el mercado del automóvil.